domingo, 3 de mayo de 2020

VERDE. RAQUEL ACEITUNO 1ºD


Cuando piensas en un árbol, lo primero que se te viene a la mente suele ser un árbol verde normal y corriente; pero no todos los árboles son verdes. Supongo que es como todo en esta vida. Nos acompañan en todo momento;  están ahí aunque no les prestes atención: en el campo, en el bosque, en la ciudad.  Nuestra vida depende de ellos; respiramos, vivimos, jugamos...
Si paseas por un bosque en primavera, puedes ver que entre sus ramas existe mucha vida y que el verde de sus hojas, en el que se resguardan los animales, es sólo un color más entre los muchos que puedes encontrar. Sus ramas vacías se llenan de vida y las flores lo llenan todo.

En el verano buscamos su compañía para que nos den sombra y nos resguarden del calor.
Poco a poco, sus hojas van cambiando el color.

Llegó el otoño, y con él una variedad de tonos anaranjados, rojizos y marrones se  distinguen en la ladera de la montaña. El viento que pasa entre sus ramas parece que susurra anunciando la llegada del invierno.
Caen las hojas secas por el viento y forman una alfombra que amortiguan tus pasos cuando paseas por el sendero para contemplar la arboleda con su cambio de color.

Pero llega el invierno y las ramas se quedan sin el abrigo que les dan las hojas. Parece que los árboles se duermen para no sentir el frío. Sólo algunos afortunados como los pinos se quedan sus hojas para todo el año, burlándonse de castaños,  chopos y  álamos de  su alrededor.  Sus hojas son como pinchos que en lo alto del tronco parecen que quieren tocar el cielo.
Llega el invierno con su escarcha fría, congelada que se agarra al viento como un hada que vuela para cubrir todo con una estela blanca.
Parece que todo duerme, pero poco a poco despertará con la llegada de la nueva primavera, 
 y renacerá la vida.

lunes, 27 de abril de 2020

COLORES: EL ARTE EN LA NATURALEZA. UN RELATO DE SILVIA DESCALZO. 2ºE



Sembrador con sol poniente. Vincent Van Gogh. 1888


Mi vida a las afueras de la ciudad comenzó siendo bastante complicada a la hora de buscar comida, porque tenía que caminar una distancia de varios kilómetros ida y vuelta.
A parte de las largas caminatas por carreteras más oscuras que el carbón; la estancia en el campo resulta aburrida sin nadie cercano para comunicarse; había árboles, profundos lagos turquesas, todo abarrotado de minúsculas flores. Calma. Solo si oías con atención, distinguías a qué velocidad fluía el viento.
Mientras que observaba el cielo ceniciento, recapacitaba:
  -¿Será qué si invento una forma para olvidar la soledad de este lugar, quizá podría ser más llevadero…?-
Distraje la atención hacia una preciosa mariposa con matices rosados y blancos en las alas.
  -¡Ya lo tengo!- Exclamé emocionada.-Solamente, me centraré en los detalles más importantes, que dan vida al paisaje: los colores.-
¡Qué belleza!, el blondo y anaranjado sol en un inmenso manto celeste con difuminadas manchas grises, esparcidas sobre frondosos bosques aceitunados, repletos de coloridos personajes de ensueño; el inigualable terreno es como alfombras coloreadas de un amarronado chocolate.
A continuación, contemplé aquellos gigantescos montones de harina blanquecina con añiles y ahumados tonos.
Minutos más tarde, se me ocurrió entrar en mi cabaña de tejas carmesíes para coger los prismáticos negros, ya que los violetas eran de juguete.
Acto seguido, comenzó a llover, ya no podía salir, así que corrí a cerrar las ventanas y me senté en el azulado sofá, caí rendida y me dormí.
Una hora después, desperté con el agradable sonido de los pájaros; abrí la puerta color castaño y ahí estaba: un asombroso e inigualable arcoíris completamente llenito de hermosos y brillantes colores. Fue la primera vez que contemplaba tal semejante espectáculo delate de mis verdes ojos adolescentes.
Aquel grandioso día, me cambió por completo la idea que tenía al principio; me hizo tan feliz que me quedé a vivir allí hasta convertirme en cenizas y ser parte de la naturaleza, llena de arte en cada rincón.
                                                                      FIN


lunes, 13 de abril de 2020

ARCO-IRIS. UN RELATO DE LORETO RODRÍGUEZ DE RIVERA. 2º E




Me desperté enfrente de un lago color turquesa, rodeada de vegetación con todos los tipos de verde que os podáis imaginar, verde cartujo, verde claro, verde oscuro… Todo parecía estar en perfecta armonía. Las diferentes especies de pájaros invadían el cielo cian.
Sentí que algo rozaba mis dedos del pie, al intentar hallar lo que me había provocado esa sensación, vi a un cuervo, un cuervo con un plumaje negro intenso, un negro que brillaba con la luz del sol, con un pico naranja; me miró a los ojos, y en ellos pude observar cómo su pupila color amarillo fuerte se iba haciendo más y más grande, fue en ese momento cuando supe que algo estaba cambiando. Un ruido estremecedor llenó todo ese maravilloso lugar, los animales comenzaron a corretear, los peces del lago saltaron, y sus escamas doradas, rosadas y plateadas brillaron con la luz que traspasaba las copas de los altos árboles, los pájaros revoloteaban a mi alrededor, las hojas de los árboles pasaron de verde a un amarillo verdoso, luego a un amarillo más oscuro, así hasta llegar a un rojo otoñal. Entonces lo vi, comprendí lo que estaba sucediendo, el otoño había llegado antes de tiempo, los seres vivos de este bosque no estaban preparados para ese cambio sin aviso previo. Me paré durante unos segundos, tenía que hacer algo, no podía dejar que toda esa belleza que yo había disfrutado en esos momentos se esfumara de repente, no podía permitir que los habitantes de ese lugar no sobrevivieran por un adelanto del otoño. No podía permitir que los colores del verano fueran remplazados por los del otoño cuando no tenía que suceder.
Entonces me puse manos a la obra, fui a hablar con el otoño. El otoño era de muchos colores, pero en el siempre predominaban los distintos tonos de amarillo, naranja y rojo. El otoño me contó que su llegada se debía a que el invierno había llegado al lugar donde se encontraba, y él no tenía más remedio que seguir con su ruta. Más tarde di con la respuesta a todo el cambio de estaciones.
 Las estaciones habían cambiado porque la contaminación estaba provocando el cambio climático, ninguna estación estaba donde tenía que estar, y todo por culpa de nosotros, los humanos, hemos creado una etapa en la que no sabemos lo que puede suceder, en verano hay lluvias tropicales en lugares donde nunca ha habido una, en invierno el sol brilla con su luz correspondiente a la del verano, y un gris claro predomina el cielo de las grandes ciudades.
Era una situación que había que parar ya, el tiempo se nos echaba encima, y la naturaleza se iba esfumando sin darnos cuenta. Decidí ir por todo el mundo contando esta historia para concienciar a nuevas generaciones que cuidar nuestro mundo es más importante que cualquier otra cosa, porque sin él, nada de esto existiría.
Esa es mi historia, la razón por la que hoy podemos disfrutar de todo lo que el mundo nos da, la razón por la que tenemos que seguir cuidando de la Tierra, la razón por la que los colores del arcoíris están más vivos; rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta son más bonitos que nunca; la razón por la que ahora los colores están dónde y cuándo deben estar.


¿QUÉ HARÍA SI FUERA EL CUMPLIDOR DE DESEOS? DANIEL MARTÍN DE LA FUENTE 1ºD.



Idea recogida de Profe de español.de

Si yo fuese el cumplidor de deseos, me encargaría de que a todas las personas que lanzasen una moneda a la fuente se les cumpliese su deseo.

En vez de conceder el deseo a través de tubos y máquinas, lo concedería en persona e interactuando previamente con la persona, para que me contara su deseo, el motivo, por el que lo pide…

Y después de que me lo contara, yo analizaría si debía concederle el deseo o no. 

EJEMPLO: Si una persona pide un deseo material, cuando tiene muchas cosas, le concedería el deseo a otra persona que de verdad lo necesitase.

Después intentaría convencer a esa persona de que no tendría que pedir tantas cosas materiales y encargarse mejor de su felicidad y de los demás.

Para conceder los deseos, utilizaría un atuendo mágico, y también utilizaría una varita mágica especial que me indicase si la persona  a la que le cumplo el deseo es buena o no.

 Cada noche, con mi varita mágica lanzaría fuegos artificiales para animar a la gente.

También haría a la gente la persona más feliz del mundo por un día.

Haría que suene sonara su canción favorita por la radio. También le regalaría entradas gratis para un concierto de su grupo de música favorito, entradas para el cine para ver la película que más le guste, lograría que pase un día entero con su ídolo, salud para toda la vida, viajar al país que más le guste, el amor de todos sus amigos y su familia y viajar al espacio.

ATARDECER: UNA DESCRIPCIÓN IMPRESIONISTA DE LUCÍA MARQUINA. 1ºD



Esta fotografía es de un atardecer. De esta misma semana. Tantas horas que estamos pasando en casa, y nunca me había parado a mirar las hermosas vistas desde el balcón de mi salón.

El sol se va poniendo detrás del horizonte y su brillo se va apagando poco a poco, símbolo de que mañana será un nuevo día. Las nubes acechan descargar con furia la tormenta, torrenciales de agua hasta desecar.

El cielo va destiñiendo una aurora de sombras, ese añil va encabezando lo que parece una procesión de colores, le va siguiendo un gris, un tanto enrojecido, y cerrando este colorido desfile, un amarillo tan brillante que hasta ceguera causa sin siquiera observarle.

Este momento me hace entender lo efímero que es todo: el día, la noche, la juventud, la vida...

Abro la ventana para intentar acariciar esas nubes tan esponjosas, cuando una refrescante brisa roza mi cara, viene cargada de un aroma tan suave, casi como si de terciopelo se tratase. Es el ozono de la tormenta, que me recuerda lo cerca que está la primavera, y me pregunto: ¿podré disfrutar de la próxima tormenta fuera de estas cuatro paredes?


Esta puesta de sol, me hace evadirme de estas semanas de confinamiento en casa, y me hace recordar que en algún momento tuvimos libertad; para salir, para correr, para abrazarnos.

Por: Lucía Marquina


LA AMIGA ROBÓTICA. UN RELATO DE NATALIA GARCÍA-MORENO 2ºE


El poder terapéutico de los animales peluche

Kathie es una niña con una “vida perfecta” ante los demás, lo que el resto no sabe es que ella oculta una depresión desde muy temprana edad y hace todo lo posible para ocultarla, pero en sus 10 años de edad es difícil conseguirlo y se notan un poco los signos. Su “tía” Jackie es muy amiga suya y nota estos efectos, así que, como es ingeniera, decide fabricar una amiga robot para lograr que se olvide y continuar como si no pasara nada.

Estuvo trabajando durante meses en ello y llegó el momento final, todo estaba terminado, lo encendió y todo salió como esperado:

 -Hola! Me presento, soy la inteligencia artificial C894L24O764U183D, pero también me puedes llamar Cloudy, para abreviar- Dijo Cloudy activamente y moviendo su cola de un lado para otro.

Cloudy tiene ciertos comandos para controlarla si el asunto se pone feo o si se emociona demasiado; además, cada uno cambia su apariencia y es fácil de determinar cuando utilizarlos. Cloudy es un robot activo, agradable, de colores claros, divertido para hacer olvidar ciertos momentos, audaz, obediente aunque insista en salirse con la suya, espontáneo vamos, todo lo que se pueda hacer para olvidar los malos momentos; tiene una cola peluda y el cuello lleno de pelitos muy suaves.
Al ser una inteligencia artificial y poder sentir emociones cambia su tono de piel en cada emoción, por ejemplo, cuando se enfada empieza a surgir tonos rojizos y su pelaje parece de fuego, si siente asco un tono verde pistacho recorre todo su cuerpo, si está alegre, se mantiene en su forma original, pelaje blanquecino y manchas rosas pastel.

Al final llegó el día del onceavo cumpleaños de Kathie, Jackie estaba nerviosa ya que no sabría cómo reaccionaría y cuando llegó el momento de su turno se lo entregó sudando y temblando, Kathie lo abrió y a primera vista pensó que era un peluche, le gustó tanto que se la llevó a la cara y casi la asfixia.
-Ouch! Ten cuidado, aunque sea un robot también puedo sentir!!- Dijo Cloudy entre suspiros; a lo que Kathie reaccionó con miedo y susto.

Después de la presentación, de decir los comandos e información sobre Cloudy una vez terminado el cumpleaños; Kathie no confiaba mucho en ella, pensaba que en cualquier momento podría darle un cortocircuito y volverse malvada, manipuladora, embaucadora y también pensaba que no se llevaría bien con el bebé dragón que estaba a punto de adoptar, pero para Cloudy estaba fácil, con tan solo mostrar cariño, cual felino busca caricias, Kathie confiaría y se enamoraría al instante, y así fue.

Al cabo de los meses, se convirtieron en casi hermanas y pasaron muchas aventuras juntas, pero no olvidemos el motivo por el que Cloudy fue creada, para olvidar esos malos momentos depresivos de parte de Kathie y la misión salió perfecta, Kathie ya no mostraba signos de depresión que fueran notables y si le daba alguno en menos de minutos estaba mejor gracias a Cloudy




EL ORIGEN DEL TEATRO. DAVID FERRERAS ROSILLO 2ºE




En este texto se va a hablar del origen del teatro griego y la tragedia griega.

Todo este proceso empieza con Pisístrato, que era  el jefe del Gobierno en la ciudad de Atenas. Buscó la manera de que llegara más gente de los alrededores a celebrar las grandes dionisiacas fiestas primaverales en honor al dios Dionisos Pisistrato le pidió al poeta Tespis, que era el director del coro del templo de Dioniso, que inventara algo para que las celebraciones fuesen (mas) más atractivas.

Este se fijó en las máscaras con un cuerno de cabra  encima de ellas con las que doce hombres  bailaban y cantaban en los rituales. Pidió a uno de los danzantes que saliera del coro y se enfrentara a él. Con esto, Tespis inventó el teatro y, además, fue el primer actor de la obra.

Por esto, el público les llamaba tragedias que viene del griego tragos que quiere decir cuernos de cabra, y odas, que quiere decir himnos, que se referían al coro que cantaban con máscaras y cuernos.
Este nuevo evento interesó mucho al  público; y, además, eran los poetas los que concursaban para escribir sus obras y que las representasen.

Tespis tuvo mucho éxito, ya que muchas personas venían a ver las obras.

Las primeras tragedias consistían en los cantos de este coro, que muchas veces representaban al pueblo, las mujeres de alguna ciudad arrasada, y (mas) más cosas. Mientras tanto, estos eran enfrentados por un actor , que representaba a algún dios o héroe mitológico . Este, mostraba sufrimiento para que la gente pudiese desahogarse, para que viesen que los dioses y héroes sufrían más que nadie

La conclusión es que gracias a esto, la gente acababa comprendiendo que, tarde o temprano , la vida termina con la muerte .
También otro tipo de conclusión es que Tespis, gracias a su invención, hizo que ahora las celebraciones fuesen mucho más entretenidas.