domingo, 12 de marzo de 2017

MI ABUELO. UNA ELEGÍA DE KARLA MIGUEL.


El abuelo y el nieto.  En Clave de niños.

Mi abuelo, para mí, es lo mejor que he tenido. Él era mi segundo padre; él me cuidaba, me daba de comer,...

Era muy guapo. Tenía la piel morena, era muy alto, y su pelo era castaño.

Mi abuelo nació en Jaén (Andalucía); pero a los pocos años se tuvo que venir a Madrid por trabajo.
Unos años después conoció a mi abuela Amparo. Más tarde, tuvo a mi tía Raquel, luego a mi tía Arancha, después a mi tío David; más adelante, tuvo a las gemelas Soledad y Amparo, aunque a Amparo le llamamos Titi; y, por último, tuvo a mi madre Tarciana, pero le llamamos Taty.

Mi abuelo y mi padre  me contaban historias suyas para dormir.

Mi abuelo murió de cáncer de pulmón...creo. Murió porque fumaba muchísimo. Sé que murió cuando yo tenía tres años; mi primo Joel, dos; y mi primo Ángel, uno.

Cuando era pequeña, (a los ocho meses), me caí por las escaleras del garaje de su chalet y me golpeé la cabeza. Según mi padre, mi abuelo, a pesar de estar enfermo, me cogió, me subió al coche y me llevó al hospital. A veces me pongo mal, porque él ha sido la primera persona en trece años que he cumplido, que ha hecho todo lo posible para verme sonreír. En mi estantería tengo una Minnie bebé, a la que si le das en la barriguita, te canta una nana. Él me la dio cuando era pequeña.

Para mí, mi abuelo es como el agua, sin sus historias, sin sus recuerdos es como si no tuviera nada; y por eso digo que si no hubiera agua, no tendría las cosas que ahora tengo suyas.

Creo que para mí y para mis primos ha sido nuestro segundo padre. Es el mejor hombre que ha podido existir en la tierra.

Ojalá pudiera leer esta carta. Sería algo bueno para mí; pues nunca supe expresarme en persona.